La cuenta ahorro vivienda está a punto de desaparecer para todos aquellos que ingresen más de 24.107,2 euros al año. Pero, al contrario que en el caso de la deducción por vivienda habitual, los derechos adquiridos no se prorrogarán en el futuro.
Los poseedores de una de estas cuentas no podrán disfrutar de la desgravación si compran un piso a partir del 1 de enero de 2011. Eso sí, no tendrán que devolver las cantidades deducidas hasta ahora. Los últimos cambios normativos son algo opacos en cuanto a esta figura financiera, y han dejado un reguero de dudas en los contribuyentes.
El tope de esa base imponible es 9.015 euros, así que el máximo que reembolsa Hacienda es 1.352 euros. Si expira el plazo de cuatro años y no se compra una vivienda, se deberán devolver las deducciones disfrutadas.
Mucho ojo, que quien cobre 23.000 euros apenas se va a desgravar algunos euros, porque la eliminación será escalonada para los que tienen unos ingresos de entre 17.707 (100% de deducción) y 24.107 (0%). Pero, claro, ¿quién se atrevería a lanzarse hoy en día a la compra de un piso cobrando 16.500 euros, por ejemplo? Con los tipos en la rampa de subida, pocos.
¿Y qué entidad de crédito financiaría esa adquisición? Aún menos. “La cuenta ahorro vivienda tiene un sentido de favorecer a los que más problemas económicos tienen, así que resultan paradójico estos topes”, señala Ana Martínez, asociada senior del bufete Cuatrecasas.
“Es la única modalidad de deducciones que queda fuera de ese régimen transitorio. No tiene mucho sentido, cuando la cuenta está destinada a clases bajas”, asegura José Luis Fernández-Picazo, senior manager del área fiscal de tributación directa de KPMG Abogados
La deducción que perdería usted si no compra la casa en los 62 días que quedan de 2010 es de 1.238,4 euros al año. O sea, 30.960 euros en los 25 años de vida de la hipoteca. Esta cifra podría aumentar hasta en 3.715 euros si usted ha abierto la cuenta vivienda este año, ya que perderá las deducciones que le iban a corresponder en los próximos tres ejercicios. La sangría alcanzaría entonces los 34.675 euros.
Pero hay más: si su hipoteca es de 150.000 euros (el 80% del valor del inmueble), el piso lo normal es que valga 187.500 euros, por lo que la pérdida por no ejecutar ya la cuenta vivienda equivaldría nada menos que entre el 16,5% y el 18,5% del valor de la casa. Una rebaja apetitosa (siempre para aquellos que ingresan más de 24.107,2 euros). Si cree que va a encontrar más adelante un descuento mayor, espere. Si no, compre.
Durante los dos años siguientes a la adquisición o rehabilitación, los contribuyentes se desgravaban el 25% de los primeros 4.507 euros, y 15 % en el resto (hasta un máximo de otros 4.507 euros). A partir del tercer año, la porción para el tenedor de la cuenta era del 20% para los primeros 4.507 euros, y el resto al 15%.
Los promotores aprovechaban la gran expectativa de desgravación para adjuntarla a sus precios de venta, así que la deducción dejó de ser un instrumento de abaratamiento del acceso a la vivienda. En 2006, Zapatero quitó los porcentajes incrementados –compensando a los afectados–, pero desaprovechó la oportunidad de eliminar la deducción del 15%.
Ahora el Gobierno ha querido matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, reactivar el mercado inmobiliario durante unos meses. Por otro, evitar futuras burbujas inmobiliarias.
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