Los depósitos bancarios son productos de ahorro e inversión sencillos, especialmente si los comparamos con las acciones o los fondos de inversión. Sin embargo, existen multitud de factores que debemos tener en cuenta al elegir un depósito, ya que si algo se nos escapa podemos perder una buena rentabilidad o, en según qué situaciones, meternos en un apuro financiero.
En qué fijarnos al elegir un depósito bancario
Hay unos cuantos puntos básicos en los que nos debemos fijar al elegir un depósito bancario:
- Tipo de depósito. Es decir, ¿es un depósito a plazo fijo, combinado o estructurado? Es importante conocer las diferencias. Los depósitos a plazo fijo son los que siempre recomendamos, ya que ofrecen una rentabilidad fija (TAE) que no depende de factores externos. Los combinados y estructurados, sin embargo, referencian una parte o la totalidad de la rentabilidad a la evolución de ciertos valores o índices, con lo que el riesgo sobre la rentabilidad es mucho mayor (ver artículo sobre depósitos estructurados). A partir de ahora, hablaremos sólo de depósitos a plazo fijo
- Rentabilidad. Pese a que no lo es todo, la rentabilidad es probablemente el factor más determinante a la hora de elegir un depósito. Eso sí, hay que saber interpretarla. Un banco puede ofrecerte un 4% a 12 meses y otro banco un 5% a 18 meses, en cuyo caso sería mejor la primera oferta pese a mostrar una rentabilidad menor, ya que remunera en menor plazo. Para evitar esta confusión debemos fijarnos siempre en la TAE (Tasa Anual Equivalente), que homogeneiza la rentabilidad siempre a su equivalente a 12 meses. Siguiendo el ejemplo anterior, la primera oferta tendría una TAE del 4%, y la segunda sería al 3,33% TAE, con lo que se disipa toda duda sobre cuál es la más rentable
- Plazo. El mercado evoluciona, y los bancos no ofrecen siempre la misma rentabilidad. Es por eso que muchos ahorradores huyen de los plazos largos, porque si el día de mañana aparecen superdepósitos no quieren estar comprometidos por mucho tiempo. También debes tener en cuenta qué probabilidad hay de que necesites el dinero de vuelta antes de que venza el plazo. Eso sí, hay que tener en cuenta que, normalmente, los bancos ofrecen mayor rentabilidad cuanto mayor sea el plazo, por lo que la decisión no siempre es sencilla y depende, sobre todo, de tu perfil como ahorrador
- Importe mínimo/máximo. No todos los depósitos van destinados al mismo tipo de cliente. Algunos buscan captar a muchos pequeños ahorradores, con lo que suelen requerir importes mínimos muy bajos, como el Depósito Gasol 36 meses, disponible a partir de 300 euros. Y otros, justo lo contrario: quieren clientes de peso capaces de hacer una fuerte inversión. Es el caso del Depósito Cristiano Ronaldo, que exige entre 25.000€ y 75.000€ euros como mínimo según el plazo seleccionado
- Periodicidad de la liquidación de intereses. Los intereses generados por el depósito pueden sernos entregados de forma anticipada, mensual, trimestral, semestral, anual o a vencimiento. Dependiendo de qué periodicidad tenga el depósito, debemos ser conscientes de que la TAE cambiará, alejándose más o menos de la rentabilidad real. Cuando la liquidación de intereses es anual, la TAE suele ser igual a la TIN (interés nominal, el interés real que se aplica cada año). Sin embargo, cuanto más anticipada es la liquidación de intereses, más se infla la TAE, mientras que si es a vencimiento puede darse el caso de que la TAE sea más baja que la rentabilidad real
- Disponibilidad del dinero. Una vez abierto el depósito puede suceder que, por una emergencia, necesitemos disponer del dinero. Básicamente podemos encontrarnos con tres casos: (1) depósitos sin penalización por cancelación anticipada, es decir, que te permiten recuperar tu dinero a coste cero; (2) depósitos que aplican una penalización sobre los intereses, o que aplican un interés más bajo que el pactado en caso de cancelación anticipada (son los más comunes) y (3) depósitos que no permiten cancelación anticipada. Este punto es muy importante, ya que cada depósito es distinto en relación a esto, y un 4% TAE puede ser preferible a un 4,50% TAE si el primero no tiene penalización y el segundo no permite la cancelación bajo ningún concepto
- Comisiones. En principio, un depósito no debería tener ningún tipo de comisión. Sin embargo, hemos visto casos en los que sí que se aplica una comisión de mantenimiento sobre la cuenta corriente asociada. Cuando esto sucede hay que restar el efecto de esta comisión en relación a la rentabilidad ofrecida para poder valorarlo correctamente
- Vinculación. Lo mismo que antes: un depósito no debería tener vinculación. Si la tiene, de ti depende valorar hasta qué punto merece la pena contratar los productos que te ofrecen (normalmente basta con domiciliar nómina, en cuyo caso habrá que valorar el coste de oportunidad de no domiciliarla en otro banco)
http://www.helpmycash.com/blog/como-elegir-un-deposito-bancario/
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