¿Cocos en bandejas de poliestireno?, ¿manzanas en films de plástico? Aunque no lo sepas, te gastas como mínimo una sexta parte de tu presupuesto para comida en envoltorios. Cada vez en más tiendas les extraña menos que saques tu fiambrera. ¡No te cortes!
El envoltorio de algunos de los productos que consumimos puede suponer hasta un 80% de su peso y hasta un 60% de su coste. Aunque nos vendan la idea de que los embalajes pretenden facilitarnos la vida, la realidad es que los envases de muchos productos de alimentación de gran consumo, con sus cajas dentro de otras cajas, pueden llegar a ser un estorbo más que una ayuda.
Además de convertirse en un engorro por las molestias de tener que reciclarlo luego, los embalajes también son una inversión en recursos naturales que en muchos casos sólo responde a razones de estrategias de marketing.
Fréderic Crépin, un joven francés, se hartó de tener que bajar casi a diario sus cubos de reciclaje de papel y plástico y, basándose en sus derechos como ciudadano europeo, quiere presentar una sollicitud ante del Parlamento comunitario para que tome medidas contra el sobre-embalaje de los productos de consumo.
Pero para que su petición llegue a tramitarse, la solicitud tiene que contar con el apoyo de al menos un millón de firmar que provengan, al menos, de un tercio de los Estados miembros. Por el momento, ha plantado la iniciativa en Facebook y en poco más de tres meses ha conseguido más de 163.000 miembros.
Para recopilar las firmas necesarias, Crepín recluta a voluntarios que gestionan el portal multilingüewww.over-packaging.eu desde dónde se recogen las firmas que serán enviadas a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo cuando lleguen al millón.
Los seguidores del grupo, deben ratificar una carta en la que exponen como ciudadanos y residentes en Europa, que la tendencia al exceso de embalaje de los productos que consumo, a menudo utilizado como reclamo publicitario para aumentar ventas, es un ataque a los principios de desarrollo sostenible respetuosos con el medio ambiente que recoge el Tratado de la Unión Europea.
La carta pide, además, a las autoridades comunitarias que limiten a las empresas en este tema. Más teniendo en cuenta que a menudo, el embalaje no tiene ninguna función específica, ni contribuye a la protección del producto ni tampoco a su conservación. Aquí puedes leer algunos de los fragmentos de la misiva:
>> Consideramos que la reducción de los residuos y la protección del medioambiente requieren medidas que limiten el exceso de embalaje; que la investigación sobre embalajes ecológicos y el desarrollo de procedimientos de aprovechamiento de los residuos de embalaje (reciclado) no deben justificar el exceso de embalajes, ya que sólo una reducción de los residuos generados permitirá limitar el impacto de nuestros productos de consumo sobre el medio ambiente.
>> Consideramos que el embalaje no realiza ninguna función específica ni contribuye a la protección del contenido ni a su conservación, su transporte, su almacenamiento, su identificación, ni aporta ninguna información suplementaria. Por todo ello su uso indiscriminado no está justificado y solicitamos su limitación.
>> El derecho de la Unión Europea y en particular la Directiva europea 94/62 no proponen criterios para limitar los embalajes en el mercado. Por ello pedimos a las instituciones europeas que tomen las medidas necesarias para imponer a los fabricantes la obligación de limitar los embalajes.
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