
Se trata de prácticas que pasan a menudo desapercibidas para el consumidor pero que elevan de una manera exponencial la rentabilidad de las tiendas on-line. A veces no causan un perjuicio directo al usuario, pero siempre se aprovechan de su posible ignorancia o despiste.
Promociones exclusivas. Un caso cada vez más extendido: la oferta en Internet de artículo de marca a un precio muy bajo. El descuento figura condicionado a un número de existencias, aunque en ningún caso se especifica la cifra. Pese a todo, se anima a los internautas a inscribirse para tener opciones de compra. Al poco tiempo, sin embargo, aparece un mensaje de 'rotura de stock', y se sabe que solo unos pocos afortunados se han hecho con el producto. Con esta estrategia, la firma ha conseguido en poco tiempo miles de direcciones de correo electrónico, que utilizará posiblemente para enviar publicidad.
Críticas positivas. Antes de comprar un producto, muchos consumidores consultan en Internet opiniones sobre el mismo. Pero detrás de algunos comentarios favorables no está otro usuario que la misma empresa, o líderes de opinión contactados y 'mimados' por ella previamente, a través de la oferta de descuentos y promociones, con la esperanza de que luego hablen bien de la marca en las redes sociales, que acaparan cada vezmayor cuota de audiencia 'online'.
Tasas extras. La ingrata sorpresa de ver cómo una oferta se esfuma debido a los costes extras asociados, es una de las prácticas más detestadas vinculadas al comercio 'online'. La mercadotecnia juega a destacar de forma visible el descuento pero oculta hasta última hora, en el momento de la adquisición, el desglose de suplementos y tasas incorporadas al precio final.
Renovación automática. Se trata de otra práctica de 'marketing' refinado próxima al fraude. Sin autorización expresa, algunas empresas renuevan de forma automática el contrato con sus clientes, retirando ipso facto la factura de su cuenta bancaria. En el caso de las empresas de seguros, justifican la política porque garantiza que los clientes siempre estén asegurados pese a sufrir el despiste de renovar su póliza. La estrategia, que debe aparece recogida en el contrato,significa en la práctica que los usuarios quedan al margen de promociones o descuentos que se ofrecen a nuevos clientes.
Perfil del comprador. La información facilitada en las transacciones electrónicas no cae nunca en saco roto. Datos personales como el sexo, la edad, la nacionalidad o las preferencias de compra que los internautas evidencian por sus operaciones en Internet son una mina de oro para los departamentos de publicidad. Esta información da lugar a perfiles de comprador que ayudan a reorientar las estrategias de venta. El perfeccionamiento de esta técnica, basada en el espionaje de los internautas, da lugar también a situaciones tan orwellianas como escribir un correo a un amigo invitándole a tomar una cerveza y ver inmediatamente después en Internet publicidad de Guinness.
http://es.finance.yahoo.com/news/Marketing-online-llama-enga%C3%B1o-uno_fin-1977661575.html?x=0
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