El mercado inmobiliario, y por ende el hipotecario, no levantan cabeza. En julio, el número de viviendas hipotecadas (vendidas) cayó el 6,8% interanual hasta las 55.570. Se trata del tercer descenso consecutivo, que deja en una ilusión pasajera los repuntes experimentados entre enero y abril. El dinero prestado para esas operaciones sumó 6.792 millones de euros, lo que representa el 1,3% menos que en el mismo mes del 2009, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El importe medio por hipoteca, sin embargo, se elevó el 5,9% para situarse en los 122.238 euros. Esa alza podría deberse a que en algunas zonas los precios parecen crecer. Los analistas aseguran que el descenso de actividad se debe a las dificultades de acceso al crédito, con bancos y cajas más preocupados en captar depósitos que en prestar dinero. De hecho, se realizan muy pocas operaciones, que en su mayoría responden a refinanciaciones de hipotecas anteriores o a contratos de compraventa sellados con las entidades financieras, que mantienen un elevado 'stock' de pisos del que están obligados a deshacerse.
Aún a pesar de que el futuro inmediato es incierto, los expertos sugieren una ligera reactivación del mercado en los últimos meses del año. La desaparición el próximo 1 de enero de la deducción fiscal en el IRPF por compra de vivienda habitual para las rentas superiores a 24.000 euros brutos anuales y la necesidad de la banca de soltar lastre anticipan un final de ejercicio algo más animado.
El INE explicó también que, en julio, las cajas concedieron el 52% de las hipotecas y el 46% del dinero prestado. Los bancos, por su parte, firmaron el 37% de los contratos, con el 43% del monto financiado. El tipo de interés medio fue del 3,77%, que se elevó al 3,93% en el caso de las cajas y quedó en el 3,59% en el de los bancos. En cuanto al plazo, las primeras ofrecieron un promedio de 23 años y los segundos, de 22 años.
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